lunes, 26 de marzo de 2012

Un minuto para el absurdo


"Contéstame a una cosa", dijo el ateo:
"¿Existe realmente un Dios?

Y le respondió el Maestro: "Si quieres
que te sea sincero, no tengo respuesta".

Más tarde, los discípulos quisieron saber
por qué no había respondido.

"Porque la pregunta no tenía respuesta",
dijo el maestro.

"¿De modo que eres ateo...?"

"Por supuesto que no. El ateo comete el
error de negar algo de lo que no puede
decirse nada".

Y, después de una pausa, añadió: "Y el
teísta comete el error de afirmarlo".



No hay comentarios:

Publicar un comentario