sábado, 1 de diciembre de 2012

Reflexión


  Un guerrero se sienta alrededor de la hoguera con sus amigos.

  Pasan horas acusándose mutuamente, pero terminan por la noche durmiendo en la misma tienda y olvidando las ofensas que se dirigieron. De vez en cuando aparece un recién llegado al grupo. Porque aún no tiene una historia en común, muestra solamente sus cualidades, y algunos lo consideran un maestro.
  
  Pero el guerrero de la luz jamás lo compara con sus viejos compañeros de batalla. El extranjero es bienvenido, pero sólo confiará en él cuando sepa también sus defectos.

  Un guerrero de la luz no entra en una batalla sin conocer los límites de su aliado.


Paulo Coelho

(Manual del Guerrero de la Luz)



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